Bajo el Cielo hay ….

Hace dos fines de semana, fuimos al Mercado de Motores, en el Museo del Ferrocaril, porque dos amigas, Natalia y Marta, habían montado un stand de

http://bajoelcielohay.bigcartel.com/

y exponían allí  lo que Natalia menciona como

Bajo el cielo hay…  nace del deseo de volver a tener juegos, cumples y regalos como los de antes. Muchas veces una espada de cartón puede emocionar más que un gran juguete.

Nos regalaron una espada pirata de cartón, que nos fue de gran utilidad para abrirnos paso entre las grandes masas que abarrotaban el mercado aquel día.

En su stand, entre antifaces de héroe anónimos, varitas mágicas, estrellas de sheriff, pañuelos de vaquero, pistolas de cartón, y un montón más de formidables utiles de aventuras, estaba este kit de pirata.

 Piratas

Volví en el metro pensando en mi libro sobre islas.

  http://www.pabloquintana.es/atlas-de-islas-remotas/

 

 

Atlas de islas remotas.

Hace dos años encontré en Berlín un libro sobre islas.

Atlas der Abgelegenen Inseln.

Funfzig Inseln, auf denen ich nie war un niemals sein werde.

El libro tiene la cubierta de un amarillo brillante y chillón, con los cantos azulados, y al abrirlo, apareció el mapa de una isla: Annobón.

En la hoja de la izquierda, viene escrito que la superficie es de 17km2 y 5008 habitantes.

Indicaciones que la distancia a Santo Tomé es de 190km y de 610 km a Malabo.  

En la derecha, en el azul que colorea los cantos del libro, y que no es más que el mar aquí extenso, aparece un mapa de la isla, en medio de la página.

En el centro de la isla, que tiene una forma ligeramente almendrada, en el mismo azul del mar, aparece pintado un lago. Al lado, un punto marca la altura una cima o elevación.

Pico do Fogo: 435m

Un volcán, el pico de fuego, cuyo cráter, lleno de agua, ocupa el centro de la isla, coloreado en el mismo azul del mar.

Una isla con un volcán.

Siguiendo hacia el sur, centrado en la isla, una segunda cima: Pico Quioveo.

A su altura, al Oeste y al Este, en la costa, se abren dos bahías, las únicas de las islas, las únicas en las que se podría atracar, con sus nombres escritos en blanco: Bahía de Aual, y Bahía de Ajaval.

La bahía de Aual surge de la protección que le da la Punta Manjob, que probablemente hace que sea fácil atracar en ella, en tanto en cuanto que el mapa indica que allí se encuentra una de las pocas poblaciones de la isla, Aual, que no se sabe si da nombre a la bahía o la recibe de ella.

La otra bahía, protegida, en este caso por la Punta Ologanchi, parece deshabitada, y por tanto, es probable que sea de amarre más complicado pero más útil para un desembarcar discreto.

El Sur de la isla marca dos nuevos puntos habitados, Mábana y el más pequeño A Dyibó, que según el mapa son sólo accesibles por carretera. Al Norte, como si fueran simétricos a los del Sur, se repite esa misma estructura, con San Antonio de Palé en la punta Norte, y con el más pequeño Dyo Dyo cercano.

Y al Norte, en línea con Dyo Dyo, aparece marcada en el mapa otra isla. Pequeña. Mucho más pequeña. Casi un punto en el mapa.

Isla Tortuga.

Cierro el libro fascinado. ¿Es esta una isla de verdad?. ¿Porque aparece en el libro?. ¿Es el Pico do Fogo, la Punta Ologanchi, la Punta Manjob o la Isla Tortuga sitios reales, o son inventados?. ¿Son sitios por descubrir?.

El alemán sólo hace sino espesar el misterio, ya que por sólo muy vagamente entender lo que pone, no ayuda a respondes a las preguntas. ¿Que es lo que hay en la isla para que aparezca en el libro?. ¿Es esto un juego de creación, de inventar islas perdidas?. ¿O son islas que existieron, y que ya no están, que desaparecieron?. ¿ Tal vez el volcán se volvió a activar y borró la isla del mar pero no del mapa?.

Lo más cercano a encontrar el Mapa del Tesoro, el libro viajó con nosotros a Madrid, y desde hace dos años sirve, para de vez en cuando, en noches de tormenta, cuando el viento y el agua golpean los cristales, viajar a la aventura.

 

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Ayer leí en el periódico que Nórdica va a editar en español, y en tapas azules, un libro llamado Atlas de Islas Remotas.

No puede ser más que una edición traducida de mi libro de islas.

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http://www.nordicalibros.com/ficha.php?id=239

http://youtu.be/scEOUFucNNo

Dancing bag

Ayer vi una bolsa empujada por el viento. Lo hacía pegada al suelo, como deslizándose, a tirones. Azul. Lenta. Densa. Pesada. Pero flotante. Aérea. Ingrávida por momentos. 

Atravesando la plaza, rodeada por las hojas caídas de los árboles, manifestaba la magia, aún arrastrándose, de aquello que es frágil, espontáneo y delicado.    

Me recordó, aunque esta fuera en horizontal, el movimiento que alguien, una vez, capturó en una película al otro lado del Atlántico.

 

 

 

 

 

 

Metamorfosis, o carrera a cinco vueltas.

Bang.

Suena el disparo de salida.

CorredorUno, ya desde el pistoletazo de salida, arranca fortísimo. No se ha salido de la primera curva, y ya marcha el pelotón enfilado, con CorredorDos, ganador de las pruebas anteriores, inicialmente detrás de CorredorUno. No se ha entrado todavía en la segunda curva, y ya se han destacado CorredorUno, en cabeza, a ritmo fortísimo, y CorredorDos, un metro, tres metros por delante del resto de los corredores.

Al paso por la línea de meta, el público aplaude, entusiasmado de estar asistiendo a una carrera lanzada ya desde el primer metro. CorredorDos, siempre siguiendo a CorredorUno, es consciente de que están corriendo a un ritmo inaudito, difícil de mantener, que llevaría a marcas que no ha hecho nadie antes.

Inimaginables.

Sin poder evitarlo, CorredorDos piensa si ese ritmo será soportable. Ya ha ocurrido en otras ocasiones que CorredorUno se haya lanzado a ritmos altísimos, para desfallecer al final, llegando CorredorDos a alcanzarlo  y superar a CorredorUno, incapaz este de mantener su apuesta.

Con este recuerdo en la cabeza y en el corazón, CorredorDos duda. Duda entre seguir a CorredorUno en su aventura por lo imposible, o reservar y dejarle irse, para intentar cazarle al final de la carrera. Duda si aceptar el reto, o si mantener la cabeza fría.

CorredorUno ya se distancia, firme en su convicción en el ritmo imposible. Lentamente empieza a aumentar la distancia, tres metros al segundo paso por la meta, diez metros al tercer paso por meta. Al paso por curva, CorredorDos duda por segunda vez, pero esta vez de que CorredorUno vaya a desfallecer. Empieza a subir el ritmo, CorredorUno por delante. Al paso por meta, a falta de la última vuelta, CorredorUno mantiene una ventaja de ocho metros.

CorredorDos aprieta los dientes y acelera. Ya no queda espacio para la duda, piensa, sólo para acelerar y acelerar. CorredorUno aprieta los dientes, y sigue corriendo, mirando sólo adelante. Ya sólo queda resistir y llegar hasta la meta.

Estamos ya a la salida de la penúltima curva y apenas ha variado la distancia. A mitad de la penúltima recta son cinco metros lo que separan a los dos Corredores. CorredorDos sólo puede esperar que efectivamente se produzca el desfallecimiento de CorredorUno, porque a estas alturas  ya sabe que, si CorredorUno mantiene ese ritmo, no será capaz de correr tan rápido como para llegar a alcanzarle.

CorredorUno, aguanta, lucha contra el dolor de piernas, y sólo piensa en seguir, en llegar a la meta, que ya empieza a ver al final de la curva. Y bracea para ayudarse a mantener el ritmo. Y CorredorDos ve como se acerca a la meta, con metros de ventaja. Como entra en solitario CorredorUno, cruzando claramente vencedor, convertida la persecución en inútil, ganador por su apuesta arrojada del ritmo imposible.

Y unos segundos después, CorredorDos cruza la meta, con la duda de si habría podido, él también, correr al ritmo imposible, la duda que no va a llegar a resolver ya, de saber si habría podido ser él el que saludara en estos momentos al público.

David Lynch – digital o celuloide

Nunca dije que el cine hubiera muerto, anuncié que era el celuloide el cadáver. Pues no. Tras ver muchísimo rodado en digital, me he dado cuenta de que la película, el celuloide, captura algo tan profundo, tan orgánico, que no puede ser sustituido. Lo digital es incapaz de traducir esa impresión. No sé explicarlo con precisión. Es algo abstracto que el digital es incapaz de capturar. Es algo que tiene que ver con el sentimiento, una forma de vida.

David Lynch.

El cumpleaños de Una habitación propia, y los 1.500 metros

Quiero presentar desde aquí Una habitación propia, un blog que quiere ser una miscelánea de fronteras personales e internacionales; una invitación a la imaginación y una excusa para la expresión.

Y que sin parar ni cesar, con alegría e ilusión, ya va por los 2 años publicando semanalmente. Gran esfuerzo de sus creadoras ( Utramarinos Bodeler, Laurencia Melancolía y Viridiana ) y regocijo para sus lectores.

http://unahabitacinpropia.blogspot.com.es/

Hace un año tuve la suerte de que me invitaran a participar en la iniciativa que, bajo la llamada tú puedes, dejaba que colaboradores externos publicar un post en su página.

Pongo aquí el enlace de como quedó mi participación.

http://unahabitacinpropia.blogspot.com.es/search/label/1500%20metros%20nataci%C3%B3n

Feliz cumpleaños a Una habitación propia, y besos para ellas.

Francisco Gan y la expedición al Polo Norte.

¿Porqué lanzarse a la aventura imposible de llegar hasta el Polo Norte?. La primera referencia con la que me sorprendió, fue su llamada a la imaginación. La respuesta es por Imaginación. Imaginación y Mitología. Llegar a los 3 extremos del planeta. Seguir la senda de Shackelton y Scott. Porque aparece la imagen de esa aventura imposible. Por la fascinación de las aventuras leídas de niño.

Lo segundo que me descolocó, fue la referencia al poder de las Imágenes. Para poder llevar a cabo la aventura, imprescindible llevar poco peso. ¿ Cuantas personas formarían el equipo óptimo?. 4, porque 3 personas pueden llevar al cuarto si está herido, 2 ya no podrían, y 5 implica que llevarías una tienda extra poco aprovechada y que no puedes permitirte. ¿Cuanto combustible llevar, sabiendo que es imprescindible para descongelar la comida, el agua, poder limpiar la ropa de hielo?. Es la supervivencia. Todo medido. Todo calculado. Pues en medio de este cálculo, de medir lo que se puede llevar, decidieron llevar una cámara antigua, que se acciona por cuerda, que sólo es capaz de grabar minuto y medio por rollo, para la que hay que llevar también una cámara oscura portátil para poder cambiar la película, que hay que llevarla pegada al cuerpo el día que quieras usarla para que no esté congelada, porqué era la única que era capaz de soportar temperaturas extremas. En la aventura calculada al límite, lo anómalo de llevar la cámara. ¿Imprescindible?. Sí, para un viaje que empezó de la Imaginación. De la mitomanía. Para este equipo de gente, generar imágenes de la aventura es igual o más importante que un día más de combustible. Es necesario continuar el trabajo de la Imaginación. Para uno mismo, y para los que sean como tú que vengan por detrás. La Religión de la Imaginación.

Y una tercera cosa que me terminó de impresionar, fue la referencia a El Auriga de Platón. La conferencia era sobre estrategia e innovación. Como formar equipos. Como montar y definir escenarios como manera de preparar las operaciones. De la importancia de calcular que hacer cuando pase algo. Y sin embargo, Curro Gan comentó en que hay un momento, en que se alcanza el extremo. Donde todo lo que se ha hecho antes deja de servir, y es entonces cuando se recuperan los escenarios descartados. Pero también llega el momento en que la cabeza ya no sirve. En el caso de la expedición al Polo Norte, cuando uno de los 4 integrantes desarrolló neumonía. Entonces, dijo, sólo se sale por “guts”. Y aquí aparece la mención del Auriga de Platón. Siempre llevar el caballo negro y el caballo blanco.

Hace ya unas cuantas semanas, tuve la sorpresa ( y la suerte ) de estar presente en una conferencia de Francisco José (Curro) Gan sobre la expedición que la que participó en 1999 buscando llegar al Polo Norte Geográfico.

Un personaje como los de antaño, donde la sabiduría va de la mano con el valor.

Porque para ser capaz de terminar y sobrevivir a la aventura que empezó con la Imaginación, y que la cabeza planeó, hay que volver a tirar del caballo negro del coraje y del corazón.

Entrar en una isla, Inglaterra, volando.

Al ser isla, una de las dos maneras de entrar. Desde las alturas, las olas, rizadas por el viento a la luz del atardecer, recuerdan a las olas. Cuando se abren, se ve la superficie del agua, rizada. Las nubes que son olas. Las olas, que son como nubes oscuras, que van dominando la vista a medida que el avión avanza. A lo lejos, aparece la isla. Como un obstáculo. Como lo inverso al mar. La que se convierte en diferente. La isla como lo que es diferente al mar. En color. En aquello que tiene contorno. En aquello que muestra cambios de textura. Desde el aire, se ve el borde de la isla recorrida por canales. O no son canales, pueden ser ríos. Desde arriba el río y el mar son una continuidad, son uno mismo. Lo primero que los diferencia es el nombre (uno lo piensas como mar, el otro lo piensas como río), pero desde el aire se ve como un continuo de superficie, de color al anochecer, de textura y de temperatura. Sólo el borde es diferente. De hecho el mar no tiene borde, simplemente lo que tiene de isla, mientras que el río puede verlos como el mar que entra en la isla, y eso hace de su borde una irregularidad, recortada, afilada, ramificada, ondulada. Sólo puedes saber que el río va al mar, si tu visión es terrestre (y sabemos que los ríos acaban en el mar, y que el agua va hacia el mar), sino, desde el aire, el río es una prolongación del mar. El río como la prolongación del mar contra la isla, con frentes abiertos, con borde quebrado, con ramificaciones aquí y allá.

Ya volando sobre la tierra, de noche, la oscuridad hace que desaparezca el contraste del suelo (principalmente humano, por la tierra marcada, seccionada, parcelada, por el hombre) para volverse también monocromo. Entonces, aparecen como focos o puntos de luz los pueblos y las ciudades. Se podría pensar que esas luces son islas dentro de las islas ( igual que la isla apareció de la continuidad del mar ), pero su naturaleza resulta diferente. Es verdad que el tamaño no ayuda, pero la tierra, a pesar de oscura y monocroma, no parece contener la cualidad que hace del mar un mar, y de la isla, una isla.

Nos acercamos al aeropuerto. Al volar más bajo, aparecen las carreteras, y las ciudades pierden sus contornos. Aparece entonces las carreteras, hilos de luz que se bifurcan en otros hilos y que todos ellos van a parar a los focos de las ciudades. En el paisaje aparece entonces, retículas de luz, hilos de luz. Como si de una tela de araña se tratara, dispuesta a atrapar al que la observa desde arriba. Se distinguen las extensiones de agua de lagos, o estanques. Es curioso, pero tienen la misma cualidad del agua que el agua del mar, que se hace reconocible. ¿De donde viene ese conocimiento?. Porque podrían ser cualquier cosa, otra mancha dentro de la mancha que es la isla. Y sin embargo, se las reconoce a esas formas como emparentadas con el mar y con los ríos. Los hilos de luz se transforman en trazados de puntos. Que marcan contornos, zonas. Trazado de calle. Polígonos industriales recortados por farolas de mayor intensidad. Carreteras. Aparecen estadios de fútbol o estadios de atletismo. Formas redondas, suaves, donde parece que la luz emana, elevándose sin forma recortada, sino borrosa, de la superficie. La luz de los estadios, suave y rota. En los estadios con gradas, parece que partiera de la superficie de juego, que fuera esta la que generara la luz. Vistos desde arriba, da un poco la impresión de seres vivos, como si fueran luciérnagas. Viven, sin embargo, rodeados de líneas. Los bordes de la luz. En muchos casos es afilada, limitada, dura.

Ya cerca del suelo, se distingue la ciudad y el campo. En la ciudad, domina la línea recta y la periodicidad de las farolas. En el campo, las carreteras abandonan esa rigurosidad rectilínea, para convertirse en formas mucho más orgánicas, que serpentean, ondulan en el suelo, y que no tienen esa rigurosidad a la hora de colocar las luces. Se empiezan a distinguir ya las luces de los coches. Y los carteles de los supermercados y las áreas comerciales. Se empiezan a distinguir los matices de los colores ( las luces rojas de las traseras de los coches, los azules y verdes de los carteles de anuncio ), que no había aparecido hasta entonces.

Acercándonos al aeropuerto, domina ya la zona urbana, territorio de la luz, donde sólo en zonas concretas aparece la tonalidad de la tierra sin iluminar, como golpes de oscuridad, como si fueran nubes de ausencia de luz, de piezas de puzzle colocadas en el tablero iluminado del resto del terreno. De repente, antes de tocar tierra, aparecen las luces de la pista de aterrizaje, que pasan rápidas, concentradas por delante y difusas por detrás, como si fueran estrellas fugaces, por la ventanilla del avión. A medida que el avión frena, el ritmo al que recorren la ventanilla disminuye, recuperando la esfericidad de la luz. Gira entonces el avión, para abandonar la pista de aterrizaje y dirigirse al aeropuerto, y vemos entonces como esas mismas luces se alinean para formar una línea punteada de luces que delimitan la pista de aterrizaje para que se vea desde el aire. En su recorrido hacia la terminal, vemos como aparecen de vez en cuando luces azules o rojas, pegadas al suelo, que marcan, indican o señalan también ese recorrido para aviones.

Se detiene entonces el avión, y enmarcado por la ventanilla, quedan entonces la última de las luces, un cartel con letras amarillas iluminadas sobre un fondo negro, que indica, indicando, estática, el punto por el vuelo tiene que unirse a la terminal.

Corolario poético.

Corolario matemático: de resultas de la conservación de movimiento, esa vorticidad tiene como contrapartida desprendimientos aguas abajo.

Corolario poético: no se puede uno mover, volar, sin poder evitar dejar remolinos a su paso. 

 

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Poesía en expresión matemática

 

Sustentación

, por Kutta y Joukowski.

La expresión matemática viene a decir que la sustentación ( por unidad de longitud del ala ) es proporcional a la densidad del medio en el que se mueve, la velocidad a la que lo hace, y la circulación asociada al perfil.

La formulación poética dice que para poder volar, es necesario tener remolinos dentro.