Dancing bag

Ayer vi una bolsa empujada por el viento. Lo hacía pegada al suelo, como deslizándose, a tirones. Azul. Lenta. Densa. Pesada. Pero flotante. Aérea. Ingrávida por momentos. 

Atravesando la plaza, rodeada por las hojas caídas de los árboles, manifestaba la magia, aún arrastrándose, de aquello que es frágil, espontáneo y delicado.    

Me recordó, aunque esta fuera en horizontal, el movimiento que alguien, una vez, capturó en una película al otro lado del Atlántico.