Adolescentes. Sobre los 16 años. Chaquetas negras. Pantalones negros. Él, una camiseta de Nirvana donde aparece una cara dibujada, simple, un círculo dibujado a mano, una raya ondulante para la boca, y dos aspas por ojos.
Esperan a que se ponga verde el semáforo para cruzar. Él apoya el pie en un bolardo de los que sirven para que los coches no se suban a aparcar a la acera. Habla con la chica, contándole algo. Se esfuerza en darle interés, en hacer que ella se ría.
Se inclina sobre la rodilla doblada en el bolardo, para acercarse a ella. Buscando cubrir el espacio, dominarlo. Buscando captar su atención, capturar su tiempo.
Ella le escucha, pero al mismo tiempo le ignora, atenta a lo que pasa a su alrededor. Él sigue con la historia, sin darse cuenta.
Él va a sufrir, pero todavía no lo sabe. Ella lo sabe ya, pero no sabe cuando será.
Es diferente madurez.
Y, probablemente, diferente interpretación de su grupo favorito.